-Casarme..
En cuantó repetí esa palabra, miles de señoritas de Italia invadieron mi cabeza, todas y cada una de ellas candidatas para una boda, a la cual rechazé.
-Mis padres me han presentado a una infinidad de señoritas, muy bellas todas y cada una de ellas, con sus cualidades que le distinguen, pero.. no pudé casarme con ninguna de ellas.. debido a que si.. voy a contraer matrimonio, quiero que sea por amor verdadero, no por algo arreglado
Le expliqué con un tono melanconico el amor, un tema donde hasta un torpe podria entablar una conversación, tras decir esto deje salir una pequeña risa.
¿Usted?