A penas acabava de llegar a aquella ciudad, hacía años que no la visitava, desde que era niño, y no la recordaba muy bien, pero si mi memoria no me fallava, no debía de haver cambiado mucho.
Opté porque mis sirvientes se encargasen del equipaje y del acomodamiento de la casa, que había estado cerrada durante años, y así yo podía dar una vuelta por la ciudad, para ver como era y orientarme un poco por la zona.
Me metí por una serie de calles, caminando sin tener un rumbo demasiado fijo y fijándome en los lugares por los que pasaba.