Escapada [Libre]

*Salí de casa aprovechando que mi padre dormia para conocer un poco mi nuevo ciudad. La falda de mi vestido se movia al ritmo del aire. Seguí caminando lentamente mirándolo todo con curiosidad.*

*Observé con dulzura a los niños jugar y reirse con tranquilidad mientras sus madres hablaban. Seguí caminando cuando escuché la voz de un joven. Levanté la vista en sus ojos y le sonreí levemente*
--No, no estoy perdida. Solo estoy paseando.
*Contesté con el midmo tono educado que él.*

*Sonreí divertida al ver lo nervioso que se ponia. Observé al chico cuando agacho la mirada. Era joven, como mucho unos 15 años.*
-Un palcer conocerleAntonio
*Dije dedicándole una dulce sonrisa.*
-Yo soy Daniela. Y no se preocupe que le perdono.

*Sonreí al ver que se tranquilizaba un poco. Levanté la cabeza para mirarle cuando se subio al muro. Sospesé la idea de subirme yo tambien pero con el vestido no podria y si lo lograba se romperia y mi padre me echaria una buena bronca. Solté un suspiro y decidí quedarme de pie.*
-Salí de mi casa a dar un paseo y acabé en estas calles. Aquí se ve a gente paseando, por mis calles no se ve a nadie. Son muy aburridas.

-Pues tenéis suerte de vivir en un lugar tan animado, yo lo máximo de...jaleo que he llegado a oír por mis calles a sido a un perro ladrando por la noche.
*Comenté soltando un bufido al recordar mi aburrida calle. Escuché a Antonio y le presté atención.*
-He oído hablar un poco a mi padre sobre él con sus amigos pero...cuándo veía que estaba escuchando cambiaba de tema...así que no sé mucho.
*Admití suspirando.*

*Sonreí ilusionada al oír su proposición.*
-Sería un palcer que me hablases de ese Torbellino Rojo...por lo poco que he oído hablar de él se ve que tiene a la Ciudad de Verona revolvucionada.
*Dije sonriendo con admiración*

*Al escucharle comprendí por que mi padre no queria hablar de él delante de mi.*
-Vaya...ese torbellino Rojo es muy valiente. Yo soy de la nobleza pero sinceramente no me gusta tener tanto cuando hay otros que no tienen nada.
*Dije con tristeza. Un niño pasó corriendo por mi lado y le revovlí el pelo divertida*

-Vaya, ya tengo un refrán que em queda como anillo al dedo.
*Comenté divertida. Observé como bajada sorprendida, yo me hubiese roto una pierna seguramente. Cogi su mano con fuerza cuando empezamos a correr. La gente se apartaba cuando pasábamos nosotros y se reían. Sonreí pues desde que habia lelgado a Verona no me habia pasado nada interesante ni divertido y esto era ambas cosas*
-Donde vamos ¿?
*Pregunté con curiosidad sin dejar de correr*

*Me empecé a reír divertida mientras corría detrás de Antonio. Me disculpaba una y otra vez a las personas que tenían que apartarse para dejarnos paso. Mi respiración era agitada por la carrera pero no me importó, me estaba divirtiendo. Puse pucheritos cuando escuché la contestación de Antonio y seguí corriendo sin dejar de disculparme una y otra vez. Respiré hondo cuando Antonio se paró para abrir una puerta y empecé a correr de nuevo para subir las escaleras.*
-Intentaré no caerme pero no prometo nada.
*Para mi sorpresa no me caí, me tropecé unas cuantas veces pero nada grave. Pasé por la puerta que me indicaba Antonio lentamente respirando hondo intentando recuperar la respiración.*
-Es hermoso...
*Dije con admiración dando una vuelta sobre mi misma observándolo todo*

*Me giré mirándole y me reí divertida al oír lo último que decia.*
-Pues no te equivocabas, has acertado.
+Empecé a caminar con paso lento por las almenas conc uidado de no caerme observándolo todo con tranquilidad y poniendome de puntillas para apoyárme en los lugares a los que no llegaba. Las vistas eran preciosas, se veía toda Verona*

*Me apoyé en un muro con cuidado y miré a Antonio con una leve sonrisa.*
-Me he escapado un ratito de casa. Mi padre no quiere que pise...las calles de los sirvientes y campesinos.
*Rodé los ojos y pusé los ojos en blanco.*
-Quiere que sea una Dama y encuentré un buen marido con el que casarme y tener niños. También quiere que cuando me case haga todo lo que mi..marido me haga. Como si fuese su...esclava.
*Dije soltando un suspiro. No me gustaba el futuro que mi padre queria para mi.*
-Ser noble es un asco. Tienes que hacer lo que tu padre te diga y comportarte como una Dama educada...

-No suena, es horrible.
*Comenté mirándole a los ojos. Me quedé mirándole cuando se acerco a mi con una dulce sonrisa.*
-Vaya, muchas gracias. Siempre va bien tener a alguien que me ayudé a escaparme por las noches.
*Dije riéndome divertida al imaginarme a mi misma escapándome por la ventana en la noche. Estreché su mano con la mía con delicadeza.*
-Amigos.