Rosalinda estaba aburrida, así que como lo había hecho unos días atrás por la noche, lo volvió a hacer; escapó de su casa burlando a los guardias. Estaba dando una caminata por la ciudad, y decidió ir a la plaza, quizás allí conocería a algun amigo, o se cruzaria con Romeo. A quién no quería ver, si no estaba de la mano de otro muchacho. Su vida social estaba muy cerrada. Prácticamente no tenía amigos. Directamente, no tenía. Llevaba puesto un simple pantalón y una camisa color magenta y el pelo suelto, iba caminando por el medio de la plaza, veía a varias parejas caminar tomadas de la mano, y ella suspiraba anhelando un amor así.